Un brownie nunca falla, y su versión con chocolate blanco y trocitos de chocolate con leche tampoco, lo llamamos blondie. Perfectos para servir raciones individuales. Puedes optar también por las versiones más modernas con galletas Oreo o de crema de cacahuete.
Desayuna, merienda, pica entre horas, de madrugada, no te preocupes ¡será nuestro secreto!
Estas galletas de avena con trocitos de chocolate triunfan allá donde van, y aunque pienses que la avena no es lo tuyo, créeme que lo es. Pero si no te he convencido puedes optar por las galletas de mantequilla, un clásico que nunca defrauda. Como lo son también los bizcochos: de limón con semillas de amapola, de aceite de oliva y vino blanco o de yogurt y manzana.
Estas galletas de avena con trocitos de chocolate triunfan allá donde van, y aunque pienses que la avena no es lo tuyo, créeme que lo es. Pero si no te he convencido puedes optar por las galletas de mantequilla, un clásico que nunca defrauda. Como lo son también los bizcochos: de limón con semillas de amapola, de aceite de oliva y vino blanco o de yogurt y manzana.
Los bizcochos tipo "bundt" merecen una mención especial. Son diferentes a cualquier tipo de bizcocho que hayas probado antes. A parte de ser bonitos por fuera, y esto es mérito del molde, son muy tiernos y de un sabor intenso. Están entre una tarta y un bizcocho. Los hay de chocolate, de yogur, de limón, de zanahoria, de speculoos (una mezcla de especias),...como en el caso de las tartas, si tienes algún ingrediente en mente, ¡pídelo!